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Reconocimiento al buen hacer
Lyskam EA asiste en diciembre de 2016 al Aula Magna del IE Business School, a la ceremonia de entrega de premios. El Instituto de Empresa la celebra para reconocer la labor de entre sus más de 379 profesores y conferenciantes. El acto estuvo presidido por don Alfonso Martínez de Irujo, presidente de Executive Education del IE Business School. Codirigieron el acto don Joaquín Uríbarri CEO of Executive Education, Teresa Martín Retortillo y Manuel Bermejo, director general of Executive Education.
Marta Williams, partner de Lyskam Executive Advisors, consiguió el premio de mayor categoría del acto. Se trata del galardón al plan más innovador y vanguardista, el Proyecto de Mejora de Liderazgo. Este proyecto innovador irrumpe con fuerza en el mundo de los negocios y con material renovador de referencia para los ejecutivos. Marta, con su equipo de Advisors, ha sobrepasado cualquier expectativa de éxito. El Instituto de Empresa dispone de más de 92 programas con directivos y ejecutivos de más de 64 nacionalidades. Incorpora en ellos el novedoso proyecto de Marta, coordinado por Stephen Adamson, para mejora de liderazgo y gestión de personas.
Con este proyecto, el IE va un paso más allá. No solo formando nuevos directivos, sino Líderes con mayúsculas, que se ocupan y se preocupan. Líderes impulsores y dinamizadores, con actitudes ejemplares donde la organización de una empresa pueda mirarse y tener un referente.
Entre el resto de premiados, cabe destacar el galardón a Daisy Escobar. Daisy es la Vicedecana de Claustro de Profesor Asociado y Visitante. Y su premio viene de su excelencia docente en Executive Education y Programas de Dirección.
Evolución de las empresas
El Instituto de Empresa es consciente en que asistimos, a escala global, a tiempos convulsos para el sector ejecutivo en las empresas. De ahí, hay tareas que se vuelven extenuantes y están faltas de patrones válidos. Estos son la determinación y seguimiento de sus estrategias, la cohesión de los equipos y el rol de sus directivos.
Y por ello el IE Business School es pionero en apostar por proyectos innovadores como el de Marta Williams. Una de las cuestiones que se enfocan en él es que a medida que las empresas avanzan (con más o menos éxito) en su actividad, los problemas adquieren un carácter ‘comportamental’ que no se da en los comienzos de las mismas. La buena noticia es que estos asuntos pueden enfocarse y mejorarse, y este es el fin último del proyecto premiado.
Estos problemas de comportamiento se vuelven mucho más críticos a medida que se sube en el organigrama corporativo. Algunas capacidades del directivo pueden permanecer iguales (entre ellas obviamente, la pericia para generar beneficios). Pero las habilidades comunicativas (o la falta de ellas) se vuelven más pronunciadas cuanto más arriba se llega. De hecho, incluso aún cuando las competencias no sean iguales, las habilidades personales a menudo recalca la diferencia.
La comunicación como habilidad directiva
¿Marcan exclusivamente los conocimientos técnicos el nivel de éxito de las personas en el nivel ejecutivo? Probablemente no. Es posible que sea más preciso decir ‘Estas personas son inteligentes y algo más’. Y esa “otra cosa”, las habilidades de comunicación personal, es lo que realmente las diferencia.
El contexto sanitario alumbra este asunto con claridad. Asumiendo ‘por defecto’ que nuestros médicos saben medicina, pasamos a juzgar el trato con sus pacientes: ¿toleran nuestras preguntas?, ¿saben dar malas noticias? ¿contemplan algunos aspectos no-médicos en relación a nuestras enfermedades? ¿se disculpan por mantenernos en la sala de espera demasiado tiempo?. Todas estas cosas, desgraciadamente, no se enseñan en las universidades. Podríamos extrapolar esta reflexión al sector bancario, educativo, de ingeniería, u otras profesiones.
Cambiar el estilo de mando, acercando directivos y empleados motiva a estos últimos y aumenta la productividad. Muchos empresarios no son conscientes de que mandan a trabajadores en vez de dirigir equipos de personas. A estos hay que explicarles los objetivos de la empresa para que dejen de sentirse como simples números. El jefe debe superar sus personalismos para convertirse en líder de un grupo, y hacer un equipo de gente madura que asuma su responsabilidad y reme en la misma dirección.
No quisieramos terminar esta entrada sin mencionar la labor de los seis mejores Executive Advisors con los que cuenta Marta Williams, Pilar Colilla, Yolanda Soler, Sonsoles Morales, Rafael Martínez, Susana Fernández y Rosa Algarrada, nuestra directora de proyectos. Y es un honor desde aquí felicitar muy especialmente a Vicen Calabuig, que como una verdadera maga hace posible que las grandes ideas puedan plasmarse en el mundo real atendiendo a los Advisors en sus peticiones y necesidades con un paciencia, amabilidad y eficacia sobresalientes.