La nueva digitalización tiene, como toda la tecnología, poder suficiente para mejorar las vidas humanas. Esta alienta el crecimiento económico y genera oportunidades para personas, empresas y naciones. Vivimos una era de incomparables cambios originados por la tecnología. También de gran innovación y evolución relevante en la forma en que la gente se sirve de esa tecnología.
A pesar de ello, todos los días y en todo el mundo, la gente se enfrenta a difíciles desafíos: falta de recursos, desempleo, falta de educación de calidad o el cambio climático, por nombrar solo algunos.
¿Podemos, de alguna forma, aprovechar desde el rol de directivo las oportunidades que nos ofrece la tecnología?
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La nueva digitalización
Al igual que Lyskam, muchos otros entienden en relación a la tecnología de la humanidad que ha habido dos grandes eras en los últimos tres siglos de la misma. La primera fue la “Era de la Máquina”, que surgió con la primera y genuina Revolución Industrial. Después llegó la “Segunda Era de la Máquina”. La primera dio lugar a un espectacular crecimiento de la población mundial y de su nivel de vida, y ha durado casi dos siglos y medio. La segunda es en la que estamos entrando en la actualidad y está basada en las tecnologías digitales o exponenciales.’[i]
La primera se caracteriza por la multiplicación de la capacidad muscular y física del hombre, y también por la transformación del mundo material. Frente a esta, la segunda se caracteriza por la multiplicación de la capacidad cerebral y mental del ser humano. En otros lugares, se le ha llamado a esta última ‘La Cuarta Revolución Industrial’[ii], o ‘The Big Shift’[iii].

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Todo nos indica que la presencia de infraestructura informática en la sociedad a lo largo de los últimos 15 años es apabullante. Esto puede hacernos pensar que el camino que impone la digitalización está claro para todos, pero es un error pensar así. La transformación digital no está todavía con nosotros, como el código de barras de los productos que compramos en el supermercado. Aun así, todo el mundo habla, oye y opina sobre ella, pero para pocos está claro el camino que nos espera, o si nos conviene transitar por el.
La infraestructura Informática en nuestras mesas (y en nuestros bolsillos)
Tecnologías disruptivas que lo cambian todo están modificando no solo los negocios, sino también la sociedad. A este respecto, la principal objeción que el ciudadano pone al tratamiento de sus datos en un entramado informático ilocalizable es su privacidad. Y el principal obstáculo que los directivos encontramos ante un plan de viabilidad informática es encontrar la estrategia adecuada para nuestro negocio.

Muchas empresas renombradas han fallado en encontrar esta estrategia. Esto ha ocurrido tanto más cuanto mayor era su tamaño y el peso de su inercia empresarial. Estas grandes empresas son mucho más conservadoras que las de menor tamaño, y no arriesgan posibles ganancias a corto y futuras con facilidad. En este aspecto, las empresas nóveles encuentran el camino más fácilmente, al no estar lastradas por comportamientos asentados en el tiempo y la costumbre. Así, la lista de ejemplos de fracasos de empresas fuertemente consolidadas citadas a menudo es larga: Kodak, Nokia, Sega, Daewoo, Panam, Polaroid, Alta Vista, Blockbuster…
La transformación digital de un negocio exige una buena dosis de imaginación y un pensamiento innovador. También necesita de una visión global para presumir el camino por el que marcharán la actividad y el negocio. Y esta transformación equipara las fronteras entre el mundo material y el digital, haciendo difusas sus diferencias. Por ello, la empresa que acomete una transformación digital consigue mejoras radicales que se convierten en ventajas competitivas.
Bases que Lyskam reconoce en la nueva digitalización

Innumerables sectores son irreconocibles ahora con respecto a la situación que existía hace esos 15 años. Entre ellas, banca, empresas financieras, automoción, enseñanza, hostelería, viajes, y un largo etcétera. Algunas son empresas de un tamaño considerable, que han acometido un segundo plan de digitalización más allá de los cánones habituales. ¿En que se basa este plan?:
- En la utilización de la nube como soporte de su información, a muy bajo precio. El acceso a ella se hace desde cualquier lugar, permitiendo ‘movilidad organizacional’. Así, la oficina ya no es estática. Se convierte en ubicua y global, trabajo en ella dónde y cuándo quiero.
- En la gestión de los datos. Compras, ventas, marketing, estrategia, el patio de operaciones, los trabajadores, la I+D, la prospección de mercado, etc., ocurren todas ellas en un mundo inmaterial que se soporta en un medio digital. La forma en que cada empresa se aproxima a ellas determina en gran medida su cuenta de resultados. Todos los datos pueden almacenarse (Big Data), y explotarse.
Economía en red Imagen: Pixabay: https://pixabay.com/es/ - En la ‘Economía de Red’. Según Adolfo Castilla, ‘se trata un mundo en el que todos los ciudadanos pueden producir las noticias más variadas, diseñar, crear e innovar casi sin límite, y comunicarse con otros sin barreras de ningún tipo. Un mundo que sólo podrá perdurar y desarrollarse si todas esas nuevas actividades surgidas alrededor de la Red terminan echando raíces económicas.’[iv]
- En la utilización de Inteligencia Artificial. Quizás sea este el cambio más impactante de los que nos esperan. A la recogida de datos mencionada se une su proceso mediante métodos tradicionales (algoritmos). La diferencia ahora radica en que los programas aprenden de las situaciones nuevas, y se modifican a si mismos para comportarse de forma diferente en ocasiones futuras.
Ventajas que Lyskam reconoce en la nueva digitalización
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Mobilidad de ideas Imagen: Pixabay: https://pixabay.com/es/
Movilidad de las ideas: Multitud de plataformas nos facilitan conectar con otras personas y utilizar numerosos servicios que nos facilitan la vida. Por ello, la distancia deja de ser un inconveniente.
- Gestión de la información: El conocimiento y las ideas se difunden y comparten de una forma asombrosa y desconocida hasta ahora.
- Visión Estratégica: Gracias a que disponemos de mayor información, y mejor organizada, podemos tomar de decisiones más efectivamente.
- Economía digital en red: El viejo esquema de la estructura empresarial jerarquizada es sustituido por el trabajo en equipos en el ecosistema en red. La clásica pregunta ¿Para quién trabajas? deriva en otra: ¿Con quien trabajas?. Como resultado, al empleado se le motiva para consensuar con otros. Comparte información y se mueve de equipo en equipo según el objetivo a conseguir.
- Liderazgo en red: A medida que los modelos digitales se imponen, el rol de
Economía digital en red Imagen: Pixabay: https://pixabay.com/es/ liderazgo cambia también. De esta forma, a los directivos se les pide, agilidad y diversidad de enfoques. También inclusión (cultura de empresa que acoge, valora y aprovecha las ventajas de la diversidad), transparencia, escucha, diálogo y horizontalidad.
- Agilización de procesos: Durante los últimos años, las empresas han experimentado con enfoques de gestión del rendimiento que enfatizan el Feedback continuo y el Coaching. Ahora, éstos van más allá de la experimentación desplegando nuevos modelos a gran escala. Aún así, las herramientas de RRHH aún no han alcanzado los enfoques de gestión de rendimiento. Sí que están trabajando y aumentando la productividad y cambiando la cultura corporativa. Y en este aspecto, Lyskam está a la vanguardia en este campo entrenando a numerosos ejecutivos de las empresas mas relevantes de este país.
El rol del Empresario (o del Directivo) en la nueva digitalización

Como se ha dicho, el nuevo directivo ha cambiado su rol. Hasta ahora era frecuente en la empresa un estilo de dirección con una perspectiva jerarquizada, de ordeno y mando. La que imponen ahora nuevos modelos de trabajo es otra basada en la colaboración con los empleados para fomentar sus potencialidades. Esta visión permite anticipar descarrilamientos, evitar fugas y fomentar valores compartidos. La nueva cultura de empresa incorpora reconocimiento, motiva las aportaciones al colectivo y promueve la innovación. Lyskam da la mano a este colectivo para implementar un nuevo know-how basado en cómo ser, estar y pensar. No solo necesitamos competencias, sino desarrollar y entrenar actitudes.
Epílogo
Los desafíos que observamos ya en nuestro día a día, nos obligarán a adaptarnos a unas condiciones de vida cambiantes, como ha ocurrido otras veces en el pasado. Del mismo modo, los líderes y trabajadores de nuestras empresas no escapan a este reto. Para terminar queremos insistir en las oportunidades que se presentan a las empresas. Estas pueden llevarnos a un nuevo estadio en el que el éxito no sea esquivo. Le invitamos a jugar en el juego que nos espera.
Solo queda hacer una última observación. Como decía el escritor norteamericano William Gibson, “El futuro ya está aquí, sólo que no está repartido de manera homogénea.”
Referencias:
[i] Adolfo Castilla, La Segunda Era de las Máquinas, Blog Economía y Futuro.
[ii] K. Schwab, The Fourth Industrial Revolution, Foro Económico Mundial 2016.
[iii] J. Hagel, S. Brown y L. Davison, The Big Shift: Measuring the forces of change, Harvard Business, Julio-Agosto 2009.
[iv] Adolfo Castilla, Blog Megatendencias, La economía de Red llega a Europa.